(Extracto intro)
1. La Carga de Kheprian.
Somos los renacidos.
Somos los inmortales.Tuvimos muchos nombres a través de los años, aunque pocos
hayan entendido la verdad de nuestra existencia.Sin parar, nosotros morimos y
renacemos, cambiados aunque sin cambiar a través de los años. Nos movemos de vida
en vida, tomando cuerpos como ornamentos.Somos observadores y somos los
viajeros.Buscamos conocimiento y comprensión sobre todo.Hace mucho forzamos el
sol de la vida de nuestros cuerpos, de nuestras mentes errantes, ya que ello
nos castigaba. Esto nos contenía. Esto nos ató a un palmo solo de días. A
través de un ritual de muerte y renacimiento, cortamos nuestros lazos de vida y
ganamos la inmortalidad. Ahora somos libres de la vida del cuerpo, pero
irrevocablemente somos atados ala vida que cortamos. Esto nos sustenta y nos
vigoriza.Tenemos sed de vida y nos alimentamos a través de ella.Esta es nuestra
mayor debilidad y nuestro mayor premio.
2. Comienzos.
Eternos, vagamos los
siglos, moviéndonos al ritmo de nuestras propias mareas interiores. Liberado del
más fundamental de los ciclos, somos sin embargo seres atados a los ciclos.
Nuestra aumentada conciencia sobre nosotros y el mundo alrededor de nosotros
nos fuerza a reconocer ritmos naturales de los cuales los otros simplemente no
hacen caso. Como el día aumenta y disminuye, podemos sentirlo, sabemos que el
reino verdadero de magick es la noche, ya que esto es cuando concentramos
el poder. Como la luna crece rápida y ágil, lo sentimos, y sabemos, también,
que hay ritmos más complejos de poder atado a sus fases.Como la rueda del año
da una vuelta, sentimos los tiempos difíciles, los apogeos y los nadires de
poder. El tiempo oscuro del año es nuestro tiempo, como es las veces de umbral
cuando celebramos Samhain y Beltane. Estos días son nuestro Im Kheperu, el Día
de Transformación, y nuestro Im Sekhemu, el Día de Doble Poder. Como los seres
equilibraron sobre el umbral de muchas cosas, las energías de estas fiestas nos
afectan en profundidad. En estas disfrutamos de nuestro mayor poder, pero en el
equilibrio, también pagamos un precio más fuerte. Las ondas de energía se
elevan y caen dentro de nosotros, y cuando nos toma, nuestra hambre quema.Por
siempre, somos elementos activos que se mueven por mundos pasivos. Nuestras
reglas son nuestras. No aceptamos otras. Definimos quién somos y lo que nos
convertiremos. No hay nada en nuestras vidas que no podemos controlar. Nuestras
memorias son llevadas como gemas dentro de nuestras almas. Durante la eternidad
ellas construyen y se cristalizan hasta que nosotros podamos sacarlas y
mirarlas mientras las elegimos.
La vida nos alimenta,
pero la muerte nos define. Somos renacidos. Nuestra concepción estaba en la
muerte, y cada muerte ahora nos trae un nuevo principio, por siempre sin el
final.
3. Los catalizadores de Cambio.
Todo que tocamos, lo
cambiamos. Tomamos energía constantemente, y aunque esto sea como nos
alimentamos, esta energía nunca es destruida. Por nosotros, es transformada.
Esto cambia estados. Esto resuena a un nivel más alto. Cada nacimiento es
acompañado por la lucha y el dolor. Cada renacimiento es igual de doloroso.
Puede parecer que traemos la destrucción, el caos y la confusión a todos
aquellos alrededor de nosotros. Y en cierto modo lo hacemos.Pero los cambios
son siempre para mejor, aun cuando el cambio inicial pueda parecer terrible.El
cambio es terrible. Esto arranca con qué nos hemos puesto cómodos. Esto
destruye lo que encontramos familiar, estable, y simple, abandonando la
incertidumbre en su estela. Pero afrontar la incertidumbre y prosperar debe
hacerse más fuerte. Todo debe cambiarse o morir. Somos participantes activos en
este misterio universal. Cada persona con la que entramos en contacto, no
importa como, es cambiado. En cualquier parte donde nosotros vayamos, el cambio
seguirá. Nuestros espíritus dinámicos se estiran todo alrededor de nosotros, y
la estela que dejamos en nuestra ida se parece a la ondulación en el océano.
Sólo la ondulación que causamos puede hacer olas gigantes. Como seres sobre un
estado de umbral, vivimos las encarnaciones de complementación dinámica que
mantiene el universo en el movimiento constante. Esta es nuestra carga. Aún
esto también es nuestro objetivo. En el área gris entre dos revelaciones de
mentira. Nos alimentamos sobre todo alrededor de nosotros. Aún también podemos
energizar aquella energía de curarse. Arrancamos y traemos la destrucción, aún
también nutrimos el nuevo crecimiento. Esto es nuestra naturaleza, el misterio
de quien somos. No hay ningún renacimiento sin la destrucción. La luz solo
ciega sin la sombra. El entendimiento viene de equilibrar todas estas cosas
dentro de uno mismo.Somos aquel Equilibrio. Lo afectamos, y esto nos afecta.
Somos los facilitadores del flujo universal. Debemos aceptar esto, y nunca
temer movernos con aquel flujo.
4. Despertar.
Nosotros somos ni
totalmente nacidos, ni totalmente hechos como somos. La opción para nosotros
fue hecha hace mucho. A partir de aquel tiempo hacia adelante,hemos sido
renacidos una y otra vez, llevando dentro de nosotros en cada vida la semilla
de que somos. A veces nos olvidamos, y vagamos nuestras vidas como sonámbulos,
sólo medio conscientes de nuestras naturalezas verdaderas. Aún durmiendo o
despertado,somos nacidos con el potencial para la transformación. El despertar
es un proceso de conciencia expandida. Alguien con regalos y talentos de una
naturaleza sutil sufre un despertar en su vida. Esto es cuando ellos se conocen
a si mismos, finalmente aceptando que ha sido latente dentro de ellos desde el
nacimiento. Para nosotros, el proceso puede ser traumático, como la existencia
a la que nos despertamos nos abre hasta una multitud de pensamientos extraños,
sensaciones, y las experiencias que mienten fuera de los límites aceptados aún
por otro Despertado. El despertar es la forja de la alquimial en la cual somos
transformados de la escoria al oro espiritual. Esto es el recuerdo de una parte
de nuestras Personalidades que se ha hecho. Se hace más que poca parte de esta
vida,comprendiendo la totalidad de quienes somos, éramos y quiénes debemos ser -
Nuestra parte esencial.
M.B.-