(Atención: en esta crítica se menciona el final de la obra, si aquello le causa incomodidad, observe primero el film y luego la lee si gusta. O bien, si no le causa problemática alguna, continúe el sendero del camino hacia abajo).
“The Quiet Man” en inglés, conocida como “El hombre
quieto” en Argentina, “Un hombre quieto” en Venezuela y “El hombre tranquilo”
en España, es una película dirigida por el reconocido realizador, actor y
productor cinematográfico estadounidense John Ford, en el año 1952. Este film
ha venido a formar parte importante en la historia de la cinematografía
clásica, ya sea por el vívido retrato de las tradiciones campestres Irlandesas
que fielmente enmarca, por el mítico reparto actoral que en ella trabaja y por
la cálida recogida que tuvo por parte de la crítica mundial y los premios Óscar
de la época. Obtuvo siete nominaciones al Óscar, incluyendo mejor película y
fue además galardonada por dos. Una de las estatuillas fue a manos de Ford y la
otra a los directores de fotografía Winton C. Hoch y Archie Stout.
La cinta en su totalidad es una experiencia
única, transcurre en un precioso universo paralelo de perfección dotado de
múltiples personajes, de ricas caracterizaciones, de simpáticos acontecimientos
dramáticos y de diversas costumbres que describen una sólida cultura al margen
de un determinado contexto histórico. Es por ello, que la diáfana intención de
esta crítica, es plantear una observación que se basa netamente en la
excepcionalidad intrínseca que posee la obra. Básicamente el acentuar, el
exhibir y el exteriorizar el inherente espíritu que le da vitalidad audiovisual
al film - entre otros - vendrían a ser los objetivos que conlleva el deseo del siguiente ensayo.
Se tratará la película desde una visión reflexiva y conceptual, ya sea una
mirada desde su composición etérea hasta su tratamiento técnico y artístico.
Sean Thornton es un "hombre tranquilo y pacífico" que ya con sus
treinta y tantos años regresa a Innisfree en
su Irlanda natal, de donde emigró a sus 12 años de edad con rumbo a Estados
Unidos de América. Ahora en la actualidad se percata de que la vida entre los
habitantes de Innisfree no va a ser tan idílica como él esperaba, ya que el
temperamento irlandés y las reglas que rigen en esa sociedad son desconocidas
para Thornton, el que llega inmerso de la mentalidad convencionalista
norteamericana (la cual es mucho más liberal). Al llegar decide comprar su casa
natal y los terrenos que la rodean, pero choca con los intereses de un
estanciero llamado Willy Danaher, un matón corpulento y temido en el pueblo y
que anota en una libreta a todo aquel que le vaya en su contra. Adicionalmente,
Sean Thornton, se fija en una hermosa pero borrascosa mujer campesina llamada
Mary Kate, quien resulta ser hermana de Willy. Su relación con ella, su hermano y el pintoresco Michaleen Flynn (mentor o aliado del protagonista) será bastante
especial en el recorrido de la
narración.
“El hombre
quieto” es una película que envuelve al espectador en una maravillosa aura con
tendencia onírica, todo pareciese que transcurre en un mundo fantasioso dada su
vivaz belleza, sus intensos colores, sus vastos paisajes, sumándole además la
limpieza y el orden arquitectónico que posee el largo y ancho del pueblo. Si a
cualquier persona se le pidiese que imaginase un pueblo campestre de la mejor y
más hermosa forma posible - al momento de describir cuya fotografía mental - lo
más probable es que su imagen se acercase a la magnificencia que irradia
Innisfree. La atmósfera del film pareciese que pierde contacto con toda la
oscuridad (interior y exterior) del mundo en el que vivimos, nos hace viajar y
situarnos en la perpetua luminosidad del otro extremo del polo aludido. Nos
sube en un tranvía (y luego a caballo por un sendero) hacia un espacio casi
surrealista en donde reina la felicidad, del mismo modo en que lo son nuestros
recuerdos más preciados de la infancia o de la pubertad. Esta localidad nos
contagia de sensaciones de todo tipo, es un pasaporte que nos conduce hacia
todos nuestros delirios de regocijo y paz.
El film hace
referencia a la alegría de vivir, a la camaradería, al romanticismo, al humor
sano y a la sencillez de todas las cosas, incluso de las que pueden parecer más
complejas. En definitiva, los 129 minutos de cinta, están sumergidos en un
barniz de magia, son un canto a la vida, al amor y a la amistad. El verde habla
por los labios de Innisfree, al igual que el amarillo en las telas de van Gogh
o los azules insondables en los lienzos de Chagall. La banda sonora incrementa también
la percepción de estar contemplando un cuento alejado de la sociedad, de la
cotidianidad latente o bien de la misma realidad.
Pese a esta
sensación de ensueño que domina los sentidos del espectador, cabe recalcar que
el contenido del film se acopla a márgenes culturales verdaderos, los cuales
fueron existentes y ocurrieron durante una larga época en el pasado de cuya
nación. El contexto histórico que relata la historia se sitúa en los años 30’.
Uno de los primordiales motivos que justifican la elección de tal decenio, es
debido a que en esos años estaban más vivos que nunca los patrones que dictaminan las tradiciones y las
costumbres; por lo tanto, la película hace referencia a una serie de comportamientos
ideológicos estrictos (pensamientos y actuares) que describen a la sociedad
Irlandesa en dichos periodos. Por ejemplo: se presenta un tipo de compromiso
nupcial que sólo puede llevarse a cabo con el consentimiento absoluto de las
familias, en el caso de este film, Will Danaher debía ser quién otorgara la
aprobación en la relación que su hermana y Thornton querían establecer, he aquí
uno de los primeros conflictos dramáticos del film, ya que Willy se transforma
en el antagonista de la historia y enemigo del protagónico debido al incidente
ocurrido con las tierras que Thornton le ganó mediante su compra, las que Willy
también quería para su propiedad.
El pueblo
asumía todos los convencionalismos como obligatorios y los mantenían muy
bien conservados en sus psiquis; lo que explica esta noción es el traspaso de
las ideologías a través de las generaciones y la importancia que estas tenían
en el desarrollo educacional de los menores. La principal función de esta
herencia de ideas es mantener viva la identidad propia del pueblo, en este caso
de Innisfree; y que así, la palpable supervivencia positiva de la zona a través
de los años, fuese el más fiel y concreto legado que debía mantenerse en el
margen del tiempo, prosiguiéndolo.
Aparece el
concepto de conservadurismo, el cual se denomina al conjunto de doctrinas, corrientes, opiniones y
posicionamientos que favorecen las tradiciones, todos estos son adversos a los
cambios políticos, sociales o económicos radicales, oponiéndose al progresismo.
Por lo general, los conservadores defienden valores familiares y religiosos.
Aquí vienen también a presentarse todas las actividades que se hacían en
conjunto con los habitantes del pueblo, por ejemplo: la carrera de caballos,
tan excelentemente bien organizada y tan esperada por los observadores y/o
participantes. A su vez la infaltable misa en la Iglesia a una determinada hora
del día, en donde parte de los hábitos era asistir en familia y lo más
regularmente posible.
Por otro lado el contexto cultural vendría a ser muy similar
al contexto histórico. La única diferencia radica en que el segundo marca pauta
sobre las fechas temporales y espaciales que rige la ficción argumental, por
consiguiente, todo lo que ocurra en el interino de la narración se debe
acometer a dichos límites. El primero está en el núcleo del histórico y se
viene a definir como la esquematización de todos los detalles que están
presentes en la pauta marcada. Esta concepción define también un cierto tipo de
contexto socio-económico; la ideología y las costumbres describen la clase
social del pueblo. Por un lado están las clases dominantes (compuesta por las
familias más adineradas, con más terrenos o hectáreas verdes y posesión de
bienes materiales, como por ejemplo: la casa, los muebles, etc) y las otras
clases menos adineradas, como son la mayoría de las familias del pueblo. Cabe
recalcar, como factor unificador, que en los integrantes del pueblo habita una
gran y poderosa similitud de ideologías, como también en el actuar, en el
discurso y en las relaciones comunitarias; al fin y al cabo las clases sociales
quedan en un segundo plano y aparentemente no son la mayor preocupación para
los ciudadanos de Innisfree.
Otro importante factor que describe el convencionalismo de
esta localidad es la cosmovisión de los roles entre los hombres y las mujeres,
lo cual también retrata y describe la tendencia costumbrista. Se presenta al
hombre como el sostenedor financiero del hogar y defensor de la mujer con quién
decide pasar el resto de sus días. El hombre debe tener el suficiente carácter
como para mantener lo que le pertenece, lo cual abarcaría el respeto del pueblo
y el de su propia mujer. Si es necesario pelear para que nada ni nadie pase por
encima del hogar o de la familia, debe ser necesario, la trama del film alude a
esta misma noción y es la que también le otorga el apodo “El hombre quieto” al
protagonista y el nombre mismo a la obra. La mujer cumple el rol de la
femineidad, se debe preocupar de una cuidada belleza personal, del aseo y de la
limpieza del hogar, tanto como de los huertos y las flores. Se presenta como la
esposa que debe tener confianza, amor, devoción y respeto hacia su marido, el cual
debe proveerle de toda la seguridad posible.
Este juego entre energías masculinas y femeninas son el ideal
perfecto que dicta el funcionamiento de las relaciones más estables; si bien se
ha perdido esta visión durante estas últimas décadas, con estos films queda la
expectativa de que aún en inhóspitos lugares del globo se continúe con
tradiciones que lleven esta configuración. Es fácil comprobar que actualmente
los matrimonios no funcionan, no duran en el tiempo y escasean el año o los dos
años hasta que se ha roto completamente, esto es porque no existe amor
verdadero. Lo que sucede es que las relaciones contemporáneas se inician sólo
por una embriaguez de magnetismo psíquico que produce una especial euforia a la
cual han llamado amor, cuando se satisface el deseo de posesión y pasa la
embriaguez se termina este falso amor. Mediante esta observación, se puede lograr aventurar, que esta película activa
cierta fibra en el inconsciente del espectador, la cual alude netamente a la
verdadera búsqueda de la subjetiva felicidad interna y es por ello que deja en
cada uno de nosotros una sensación difícil de explicar con palabras, pero que
se podría asemejar a la esperanza, al optimismo o bien al regocijo.
Existen lugares típicos como el sector céntrico en donde se
ubican todos los almacenes o locales comerciales y en donde existe el centro neurálgico
de reuniones sociales, ahí se ubica un bar o taberna preferentemente para los
hombres; un poco a las afueras del centro está la Iglesia, las parcelas, los
graneros y los interminables paisajes que se pierden a la lejanía. Además, casi
al final del film, se presenta una pequeña comisaría local.
La forma en la que se van narrando los acontecimientos
dramáticos posee un orden que causa deleite a la vista, la estructura de
aparición de escenas está muy bien trabajada y el resultado es placentero a
cabalidad. Si se pudiese hiperbolizar el presente párrafo luciría de la
siguiente forma: No es posible rodar con más distinción el viaje de un héroe
protagónico, no es posible rodar con tanto acierto y elegancia una carrera de
caballos, no se puede retratar mejor el paso de los hombres por los senderos
teñidos de naturaleza, no hay mejor forma de filmar mejor el movimiento.
Se logra inferir del montaje que no cabría duda alguna a
quién tiene el privilegio de apreciar el film, ya que todo está acuciosamente
contado y con un completo respeto hacia la temporalidad y la espacialidad. Los
planos suelen ser en su mayoría contemplativos y se suelen tomar el tiempo
necesario de exposición en pantalla, existen de esas imágenes que no se
borrarán jamás de la mente, como por ejemplo: el inesperado e improvisado beso
de amor clásico, el cual ha sido acompañado de una excelente fotografía y una
armonía musical de esas que erizan la piel (aunque vale mencionar que todo el
film está inyectado de una deliciosa dosis de fotografía, sonido y arte que
alimentan el alma).
Thornton intenta conquistar a Mary
Kate Danaher y se encuentra con la oposición de Will Danaher quien lo amenaza,
Thornton intenta ser caballeroso y no caer en rencillas, pero su actitud es
interpretada como cobardía.
El protagónico finalmente
conquista a Mary Kate pero su hermano no solo le niega la dote de la novia,
contraviniendo la costumbre, sino que le propina un feroz puñetazo que lo tira
al suelo en la ceremonia de casamiento. Thornton no responde a la agresión y su
flamante señora le pierde el respeto y le abandona. Thornton no ha querido
responder pues él antes había matado a un boxeador llamado Jonhy Galleano en un
round de boxeo y se había prometido nunca más volver a pelear. Finalmente ante
los desaires de la mujer a quien ama, Thornton decide coger el toro por los
cuernos y busca a su esposa en un tren que está a punto de partir a Dublín, la
saca a empellones y la arrastra hasta los predios de Willy Donaher. Este último
acepta el reto de Thornton y se trenzan en una pelea que recorre todo el pueblo
donde Thornton lleva cierta ventaja. El pueblo completo no se quiere perder el
pleito y todos se reúnen como si fuese un espectáculo de carnaval, haciendo
apuestas de todo tipo. Finalmente después de haberse dado de todo con lo que
tenían terminan siendo amigos y se gana no solo el respeto de su esposa sino el
de todo el condado.
El
recurso sentimental y emocional del drama está eficazmente construido y nos
hace participes de vivir la experiencia de los personajes en su propio cosmos,
a la vez nos induce a recordar o relacionar la historia con nosotros mismos,
este es de esos films que fácilmente podemos adaptar a nuestras vidas y es por
esa misma razón que lo llegamos a sentir tan familiar. El contexto amoroso es
el corazón de la historia y la nutre casi desde su comienzo hasta su final,
desde esas miradas que despiertan el amor a primera vista, hasta la honestidad
con la cual es relatada la reciente vida en pareja de dos personas que han
aceptado los votos de amor y fidelidad para siempre.
Sobre los lugares en los que se rodó la cinta, se dividen
primero en locaciones exteriores que pareciera que hubiesen sido delineadas con
acuarelas u oleos; en segundo lugar las locaciones interiores, en donde habitan
estéticas artísticas que evocan al refinamiento según cual sea el caso. Esa es
otra eficiente caracterología de la dirección de arte, que cada estancia está
decorada muy de acuerdo a la clase social correspondiente.
Con respecto al reparto actoral, John Wayne (uno de los
favoritos de John Ford) interpreta a Sean Thornton. Wayne es considerado uno de
los actores más importantes de la historia de la cinematografía, el cual
trabajó en innumerables películas desde el cine mudo de los años 20’ hasta “El
último pistolero” en el año 1976. Maureen O’Hara interpeta a Mary Kate Danaher,
la actriz conocida como La reina del
technicolor es otra notable estrella de la actuación, también posee una
prolífica carrera a lo largo de la historia del cine. Will Danaher es interpretado por Victor McLaglen, quien fue
un actor y boxeador británico ganador de un premio Óscar por su actuación
protagónica en “El delator”, película del año 1935 y dirigida por el mismo
Ford. En tanto al pequeño y carismático Michaleen Flynn, el papel lo interpreta
Barry Fitzgerald.
En conclusión, cabe señalar que Ford pese a ser
estadounidense fue criado por dos emigrantes de Irlanda, los cuales le
transmitieron su natal gaélico y el amor a tal país desde su infancia. Es por
ese mismo motivo, que la filmografía de este gran director, está llena de
referencias y aforismos que aluden a aquel nación; detalles que se van
presentando ya sea en personajes, en costumbres, en hábitos, en idearios o en
imágenes con diversas cualidades. También se revelan viejas costumbres, como
por ejemplo: las actividades y juegos colectivos, la forma en la que las viudas viven su etapa de duelo, la
estrecha relación entre las personas de una pequeña localidad; sumándole que el
comportamiento, diálogos y actitudes de sus personajes son un fiel reflejo de
todo lo que a él le inculcaron sus padres a temprana edad.
El temperamento de su padre y el carácter
de su madre quedaron profundamente marcados en la consciencia del joven John,
el que más adelante trabajó con las experiencias que atesoraba su memoria con
los personajes de sus propias películas. Si se examina el nombre “Mary Kate
Danaher”, Mary vendría a ser el nombre de su madre y Kate por Katharine
Hepburn, su pareja durante largos años; he ahí de esa mezcla el fuerte carácter
del personaje en cuestión (pero con un lado sensible que sólo pocas personas
tenían el honor de conocer). Referencias de la personalidad de su padre se ven
presentes en el protagonista de su película “El delator”, quién inmortaliza al
representativo hombre irlandés.
En “El hombre Quieto”, Ford toma los vicios y los suaviza
creando un cosmos lleno de virtud. Divide en dos el alma de los hombres y se
deshace de la parte más oscura, extrae la luz que existe en todas las miradas y
en todas las direcciones. Vale decir que la forma en la que caracteriza a todos
los habitantes de la zona, personaje por personaje, es magnífica. Su capacidad
de crear un atractivo universo circunspecto es de admirar, cada personaje posee
una gracia y un carisma que lo hace único dentro del
film y dentro de nuestra percepción. Al final de la película, existe una unión
de todo, una fusión de fuerzas, de perfiles y de polos que antes eran
contrarios, es como si el mundo hubiese encontrado la solución a todos sus
problemas, este es un momento de excelencia humana, de paz, de fraternidad, de
dicha, de completa satisfacción para los ficticios personajes y para el
espectador propiamente tal.
Se promete que su deleite será incuestionable y que quedarán
encandilados con el brillante fulgor de su enorme esplendor.
¿Qué sentido tiene atribuirle ideología temporal a aquello,
que por su naturaleza, está fuera del tiempo?
Demian Lucano.-