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jueves, junio 27, 2013

"THE GORGON". Un delirante pasaporte hacia el romanticismo oscuro y la mitología griega.-


The Gorgon”, en español “La Gorgona” o conocida también como “La leyenda de Vandorf”, es una película del año 1964 dirigida por el realizador británico Terence Fisher. El género que se le fue otorgado es de Horror y consta de una duración aproximada a los ochenta y tres minutos.
    En este ensayo se expondrá una mirada reflexiva a modo de crítica, se abarcará inicialmente un preámbulo introductorio, luego la composición narrativa y artística del film, después el género y por último, el desarrollo de los personajes bajo la concepción ideológica.

   
Esta película fue producida por la Hammer Productions.  Esta fue/es una compañía de creación cinematográfica fundada en el año 1934 por Will Hinds, o más conocido como Will Hammer. Esta connotada productora formó un sello de identidad referida a determinados géneros de cine, tanto como el suspenso, el terror/horror, la ciencia ficción. Géneros que con el pasar del tiempo proporcionaron una popularidad única en la pantalla grande, lanzando al estrellato actores como Béla Lugosi en un comienzo, Christopher Lee, Peter Cushing, entre otros. Esta compañía recibió el gran apoyo de Warner Brothers (conglomerado norteamericano especialista en el rubro) para el mayor surgimiento de la misma. Tuvo su mayor apogeo durante los años 60’, con directores como Terence Fisher, Val Guest, Roy Ward Baker, John Gilling, John Hough, Peter Sasdy, entre muchos más. Se crearon, produjeron famosos films que han pasado a formarse como gloriosos hitos del cine clásico de medio siglo: tanto como Drácula, La Momia, La  maldición de Frankenstein, la secuela del Doctor Quatermass, Las dos caras del Dr. Jekyll como unas de las más conocidas.
   El film está ambientado a comienzos del siglo XX, precisamente en el año 1910. Transcurre la historia en un ficticio pueblo llamado Vandorf, en un país que no se menciona pero que cumple con características centroeuropeas dada su esencia.

    “The Gorgon” posee una estructura que oscila en una constante mezcla, la cual se ve justificada en su narrativa y en su ambientación estética gótica-romántica, en conexión, con detalles que hacen mención a la cultura griega.
    ¿A qué se debe esta aventurada mezcla?, bajo simples apariencias pareciese que no existe mucha relación entre ambos conceptos.

El primero hace referencia al romanticismo oscuro, en inglés
"Dark Romanticism", subgénero literario norteamericano surgido en el siglo XIX a partir del movimiento filosófico denominado trascendentalismo. También a la novela gótica anglosajona, muy popular en Inglaterra a fines del siglo XVIII y principios del XIX, la cual es conocida por su incorporación de elementos comunes con el romanticismo oscuro. Las obras góticas aspiran comúnmente a inspirar terror, a través de la incorporación de elementos macabros, elementos sobrenaturales, casas encantadas, entre muchos más. Literatura que posee todo un universo de elementos que han otorgado una gran influencia al ámbito cinematográfico, se han caracterizado cantidades de películas bajo patrones decorativos y ambientales alusivos. “The Gorgon” no deja de ser un ejemplo de ellas, con elementos insertos en el arte y en la iluminación que hacen alusión a lo tétrico, a la oscuridad, al misterio, a la intriga y por sobre todo, a la elegancia. También contiene una serie de sub-elementos tales como la niebla, los bosques, la luna llena, el clima nublado, los largos senderos desolados, los antiguos cementerios, los castillos abandonados, los árboles carentes de hojas, entre otros. 
   
El segundo concepto de la mezcla, la cultura griega, proviene de un periodo histórico sumamente alejado al recién expuesto; nos referimos a un tiempo y a un espacio que se remonta a grandes cantidades de siglos atrás, recalcando a su vez, la distancia geográfica como otro factor que marca disimilitud.
    Es por este motivo, que aquella interrogante, surge con tremenda importancia de aclaración. Cabe responder la disyuntiva, mencionando que esta combinación, se debe al tratamiento de la mitología griega en la ficción argumental de la historia, ocupando el antiguo mito griego de las Gorgonas como núcleo interino de la misma, el que se revive y se aplica en una contradictoria época histórica, asimismo, bajo la mentalidad y la psiquis de los personajes que en ella residen.

    Esta notoria diferencia puede parecer incoherente o discordante, pero no es tan así, pues, posee un trasfondo de similitud en sus cimientos bases. Esto es debido a que las historias de seres terroríficos o fantásticos ideadas y escritas por los autores románticos y postrománticos del siglo XIX; como por ejemplo: El conde Drácula o Frankenstein; son sucesores o herederos de los idearios imaginativos que muchos siglos antes creaban los autores griegos o grecolatinos; como por ejemplo: los monstruos o seres en las poesías épicas grecolatinas, o en las narraciones y aventuras de las obras de Homero en sí. El resultado de la comparación es inquietante, original y se puede apreciar en pantalla.
    El mito de las Gorgonas se basa etimológicamente en tres hermanas: Medusa, Esteno y Euríale, las que aparecen en los registros más antiguos de las creencias religiosas de la antigua Grecia, como en las obras de Homero. Su utilización para la historia de “The Gorgon” radica en que el espíritu de una de las tres hermanas, la ahora ficticia Megara, mora por los alrededores del deshabitado castillo Borski en Vandorf. Ciudad en la que, en los últimos años, han ocurrido una serie de muertes en donde la víctima queda petrificada, remontando también al viejo mito en donde el victimario, al observar el espantoso rostro de la Gorgona, se convierte en piedra. La idea recae en suscitar que su espíritu ha vagado en estado errante a través del mundo y por el pasar de los años.
    El guión bordea desde su comienzo hasta su final la trama recién mencionada, un aspecto interesante que se hace relucir, es que se dejan de lado las aparentes contradicciones o pensamientos lógicos que se pueden esperar tener y uno, como espectador, se deja abordar por la fantasía, el terror y el romanticismo de la película. La acción argumental y el desarrollo de los personajes son lo suficiente fuertes como para dejar de lado la razón y dejarse llevar netamente por el fluido dramático. La narración posee un ordenado avance en tanto a la entrega de información, considerando a su vez, los diálogos como adecuados y precisos.
    Se hace una breve observación a los tratamientos audiovisuales: la iluminación representa los aspectos sombríos de la ciudad, la utilización de claroscuros, el uso de tenues luces blancas que irradian de la luna, los colores azules de la noche y sombras para marcar los senderos tétricos o el castillo mismo, he aquí la influencia conceptual de la literatura romántica oscura o de la novela gótica anglosajona. En tanto al arte, el esplendor gótico domina la ambientación de los interiores y exteriores. La unión provoca una atmósfera turbia y perturbadora.
    Cabe mencionar que la yuxtaposición de ambas épocas mencionadas, en tanto a términos artísticos, se ve traslúcida por ejemplo: en los pilares griegos presentes en un representativo cementerio centroeuropeo, lo cual es totalmente atípico. Y en ámbitos sonoros, con los cánticos hipnóticos que atraen al profesor Heitz al castillo. La película es rica en una gama de símbolos y alegorías cabalísticas que Fisher nos brinda para un deguste atractivo y satisfactorio en tanto al buen gusto y al entendimiento preliminar. Existen también influencias de otros personajes famosos de la Hammer, por ejemplo de “El hombre lobo” con la importancia de la luna llena, sus fases temporales y la amnesia que aparece borrando todo recuerdo vívido de los crímenes.
    En tanto al género de horror, cabe hacer unas observaciones al respecto. El aura energética que envuelve al film va más allá del recurso terrorífico, ya que este manifiesta también, sólidas tipologías de género romántico y psicológico. Por lo tanto, no hay duda que este sea uno de los films más preciados del mismísimo director, ya que demuestra la naturaleza y la particularidad que nos describe como seres humanos: nuestras contradicciones, nuestros deseos íntimos, nuestras emociones profundas, nuestros instintos naturales básicos, nuestro poder de raciocinio mediante la ciencia y el discernimiento lógico, en antítesis, con nuestra capacidad imaginativa y como ésta puede emprender vuelo a partir de las diversas interpretaciones sobre lo que es la realidad, la ficción o un hecho en particular.
    Esta dualidad, tan pensada y delicadamente armada en la psiquis de los personajes, marca diferencia con el resto de los films de la Hammer, en donde (en la mayoría de los casos) las personas sólo se dejan llevar por los curiosos incidentes que irrumpen la cotidianidad. Se muestran las mentalidades de forma superficial, sin un esclarecimiento más profundo de la consciencia y de los pensamientos más recónditos. En cambio en “The Gorgon”, el tratamiento psíquico es amplio y se logra captar a cada instante, por ejemplo, en conceptos como la pasión, el delirio, el amor puro, el amor inalcanzable, los celos, la envidia, el miedo, el frenesí, el socorro - como también - la ignorancia de una persona o la ilustración de otra.
    Se podría entonces aventurar, que la tipología del film es mayormente “romántica”, un poema que ahonda en lo trágico y en la desesperación ante lo que nos depara el destino. La irresistible atracción de la mirada hacia la persona amada, pero también hacia lo monstruoso, se unifican en el personaje de la Gorgona, reafirmando la noción constante del juego con las dualidades. El terror/horror, sólo vendría a cubrir el carácter extraordinario y fantástico que expone en su argumentación y que gira en torno a la médula ya dictada. 

Por otro lado, nos hallamos con la ideología; y bien, ¿Qué significa ideología?: 
La primera suposición es que cualesquiera sean las ideologías, son principalmente algún tipo de `ideas', es decir, son sistemas de creencias. [1]
[1] Van Dijk, Teun. “Ideología y análisis del discurso”, Universitat Pompeu Fabra, Utopía y Praxis Latinoamericana, Barcelona, España, Afio 10. N° 29 (Abril Junio, 2005) Pp. 10 

    En otras palabras la ideología es un conjunto de creencias sistémicas que incorporamos en nuestra mente, patrones que encajan exactamente con lo que podemos definir personalmente en tanto a la realidad que nos rodea. Es definitivo ya que consta con componentes desde un punto de vista propio sobre las cosas que nos forman o rodean, una visión particular desde un determinado ángulo, idea, conceptos o bases. Y es concluyente ya que las señaladas creencias son consideradas como verdaderas, rechazando otras posiciones y actitudes que puedan llevar lo contrario. Está auto impuesto en nuestra psicología y es lo que nos mantiene vivos en su totalidad. Su origen se sitúa en el interés personal y cómo este puede satisfacer nuestras necesidades más primordiales. Al fin y al cabo cada persona posee un tipo de ideología que lo delimita o diagnostica, trazando líneas de diferenciación; enfatizando de forma inconsciente y consciente cierto parecer sobre el medio que le rodea, posicionando de forma irrefutable determinadas percepciones en tanto a la moralidad, la vida, la forma de expresarse, la política, la cultura, la religión, lo social.
    En cada película o producto existente que determinase el desarrollo de un personaje, se estaría demostrando una ideología en particular. Ya que el personaje puede vivir situaciones o momentos característicos que deberá enfrentar según como solamente él las enfrentaría, dependiendo de su personalidad, de su pasado, de su presente, etc. Su actuar se presentaría de forma inequívoca si logramos conocer las pretensiones y caprichos que llegasen a componer el incorpóreo del mismo. 

    “The Gorgon”, vendría a contribuir también al inmenso conjunto de películas que acentúan las virtudes o falencias (como quiera llamárseles) que nos definen, pero por eso no deja de ser un ejemplo absoluto de las ideologías que retratan a personajes y a una sociedad determinada. Es por ello, que a partir de lo recientemente explicado, se expondrá un breve análisis sobre los personajes que integran la trama de la película a la cual nos referimos. Cabe recalcar que el análisis se crea en base inferencias que se rescatan mediante la observación y la interpretación.

    El largometraje comienza con Bruno Heitz y Sascha. El primero es un artista que se desenvuelve en el dibujo y en la pintura. Es hijo de un ilustre profesor de universidad. Bruno se crió con su padre y con su hermano, desde muy niño se percató que era diferente a ellos dos, que ellos poseían un feelling más fuerte debido a una variada gama de gustos en común y patrones de personalidad afines. Bruno desde joven se consideró una persona con una gran sensibilidad y con capacidades de poder expresarla mediante el arte. Aparentemente es un chico liberal, artístico e intensamente emocional. Además se puede  percibir que tiene principios muy bien impuestos (debido a la crianza de su padre catedrático), concepción que se logra apreciar cuando, al enterarse de que iba a tener un hijo de Sascha, él decide de inmediato asumir su rol de progenitor e ir a contarle al padre de su amante, lo cual habla muy bien de él.
Por otro lado, Sascha, es una guapa joven que posa para las obras o lienzos de Bruno. No se indica si eran pareja o matrimonio, es por ello que se ocupa dicho apelativo. Esta joven tiene un aspecto agraciado, coqueto, de personalidad atrayente. Si nos incorporamos en su intimidad, se puede lograr deducir que tiene un padre estricto o de carácter fuerte, da la impresión que no desea pasar mucho tiempo en su hogar, ya que se suele sentir sobreprotegida por él, y a ella le gusta la libertad. Sobre estos dos personajes, mucho más no se puede mencionar, ya que su aparición en el film es muy breve.
    El doctor Namaroff es un hombre que ha dedicado su vida a su profesión. Los aspectos de su personalidad dictan a un hombre de mentalidad cerrada e intolerante a la opinión ajena. Él dirige el centro médico del pueblo, es el cabecilla, manda y representa la medicina en la zona, por lo tanto, ese conocimiento alimenta el poder de sus decisiones ya que estas velan por toda la comunidad. Este “poder” lo ha mantenido sobre un importante pilar, es por ello que cualquier opinión externa que planee enfrentar la suya, provocaría un quiebre en su cotidianidad y en su credibilidad, las cuales resguardará a toda costa. Está profundamente enamorado de su enfermera ayudante Carla Hoffman, pero es un amor inalcanzable, ya que ella no le presta ese tipo de atención. Este amor le ha hecho protegerla durante años y guardar información confidencial sobre su verdad, información que nisiquiera ella intuye de sí misma. El doctor oculta sus amnesias en fase lunar y el hecho de la posesión de un espantoso espíritu en su cuerpo. Su amor lo representa de forma dominante, pragmática y algo rígida, a la antigua, y eso a Carla no le agrada, ya que ella prefiere un hombre valiente, aventurero y más joven. El Doctor Namaroff siente miedo y confusión, ya que su intuición sobre los crudos hechos que azotan la ciudad le induce a rechazar su propia concepción de la realidad, la cual es más racional, por lo que se le produce un fastidioso juego mental. Su miedo (a lo extraordinario que intenta rechazar y al hecho de poder perder a Carla) le hace mentir ante sus colegas y la comunidad; por ejemplo: diciendo que los cadáveres petrificados sólo respondían a enfermedades biológicas comunes. De forma obstinada, mentirosa e intolerante, jamás menciona el secreto, incluso, utiliza al ayudante Ratoff y ambos hacen todo lo posible por sacar a quienes puedan obstaculizar el camino. Bajo nuestra percepción, se podría indicar, que es el personaje más complejo e interesante del film. 

    El profesor Heitz, padre de Bruno, es un hombre culto e ilustrado. Su personalidad dicta ser abierto de mente y con apertura a las nuevas ideas. Es un hombre que mantiene la racionalidad y el delirio, y no niega la posibilidad de que todo lo ocurrido tenga relación con antiguos mitos griegos, de los cuales es experto. Su participación en el film es bastante pasajera, pero es el primer personaje que intenta llevarle la contraria a Namaroff, lo cual resulta en vano. Rendido ante la incredulidad de un pueblo ignorante y ante la posibilidad de poder resolver este misterio en soledad, sigue de forma inconsciente un trance producido por curiosos cánticos, lo que le hace ver finalmente el rostro de la gorgona, escribir una carta agonizante y morir petrificado.
    El policía es un personaje más cerrado y con menor tolerancia a nuevas ideas que incluso Namaroff. En la gran mayoría de las ocasiones, se describe al profesional de la policía como un hombre terco, sobre todo colocándonos en el escenario de pequeños pueblos o localidades, y esta no sería la excepción. Su puesto le ha mantenido en un pedestal de poder, al igual que al doctor, ya que es el personaje que representa la seguridad. Se observa a un hombre poco ilustrado, inclinado a la hostilidad y a la mecha corta, es decir, a la poca paciencia. Pero a su vez, el miedo también le acosa, ya que él mismo guarda en secreto el estado de los cadáveres, pero a diferencia de Namaroff, sin tener idea alguna de qué o quién puede otorgarles ese horrible final.
Por el bien del pueblo, decide echar a todo nuevo forastero y dar su declaración de culpabilidad a los primeros chivos expiatorios (inocentes), que puedan mantener la difusa realidad de los homicidios en silencio. El pavor a lo desconocido le domina, es tan agudo que incluso niega investigar o ver más allá para encontrar el motivo real.  Por ende, también es reacio a las ideas que puedan calar este asunto en más profundidad, además de que, según su parecer, su oficio de guardador social le justifica todo lo anterior para la tranquilidad de la comunidad.
    El juez es también un hombre de aparente poderío, ya sea porque su profesión, describe a una persona culta que posee el entendimiento de privilegiados conocimientos. Emplea su trabajo como bien se ha descrito siempre al profesional de las leyes (o en la mayoría de las veces), un tanto irónico, vivaracho, con un manejo verbal desarrollado en tanto a la voz y en tanto a la fluidez léxica. Esa sería su máxima virtud, el poder ser astuto y esquivo (cuando se desea) con las palabras. Decide culpar de chivo expiatorio al joven artista Heitz, tomando en consideración, su apresurada y lapidaria decisión sobre la condena póstuma. El juez tiene un compromiso de tomar las decisiones graves o ser la voz de la sociedad, pero pese a ello, también es cerrado a la apertura de otros planteamientos. Es un personaje que aparece sólo en la escena del juicio, pero dice bastante de sí mismo, tal vez lo que él siente, más que terror, es indiferencia, mientras no le ocurra nada a sí mismo, perfecto.
    Carla Hoffman es la preciosa ayudante de Namaroff, la cual es delicada, femenina e inteligente. Posee una intrigante y misteriosa apariencia, con una mirada que expresa intensidad y provoca atracción. Es una joven profesional con apertura a los nuevos juicios o creencias, siempre mostró su preocupación por el estado de los cadáveres, pero nunca pudo hacer mucho por intentar esclarecer el motivo, ya que su superior y enamoradizo Namaroff se lo impedía. Es por ello que mantiene su curiosidad y preocupación en privado, sino hasta que llegan los Heitz y observa en ellos una esperanza de poder encontrar solución al enigma, pero siempre manteniendo la salvaguardia, nunca exponiendo su curiosidad en público. A Paul heitz, hermano de Bruno e hijo del profesor, le menciona la pesadumbre que vive y la comparten, he aquí en donde se denota su intelecto y cautela en tanto al saber en quién confiar.
Ella no está enamorada de su superior, pero si se enamora de Paul, de su espíritu aventurero, fuerte o de su capacidad de no dejarse llevar por el miedo, un hombre no cobarde, un joven que lucha por sus ideales.
Lamentablemente la pobre chica era poseída por el espíritu de Megara, sin saberlo, perdía la mem
oria después de cada crimen, en donde existía un intercambio inteligente del espíritu entre la vagancia en estado errante y la posesión corporal a Carla.
    Paul Heitz es aventurero, aguerrido, luchador y con un gran ímpetu de descifrar el misterio, con el fin, de encontrar respuesta a la muerte de su hermano y de su padre. Se enamora de Carla, ella desea huir pero él decide quedarse para descubrir la verdad. Hijo de profesor, parece un joven culto, amplio de ideas y de criterio, un joven ilustrado que va a la universidad en Leipzig, se aprecia como el ejemplo de hijo de Heitz padre, debido a sus gustos afines ya nombrados. Paul lucha hasta la muerte con Namaroff por el amor de la joven, pero es sólo el primero, quién se entera visualmente antes de fallecer de la cruda y triste verdad de los hechos. Cabe mencionar que la lucha con el doctor, incluso se podría aventurar, que va más allá de Carla, que recae en una lucha personal de ideologías distintas.  
    El profesor Meister es una persona ilustrada, un hombre docto, tanto como Heitz padre, ambos profesores de Universidad pero con distintas áreas académicas. Se ve un hombre serio, racional, con apertura a las nuevas creencias y posibilidades, por lo general prefiere ver ambas caras a la moneda antes de sacar conclusiones, no se cierra con obstáculos ideológicos, más bien su ideología, es la de la investigación para llegar a un fin claro, conciso y concreto, aunque la idea que haya proporcionado el cierre al asunto haya sido contra sus costumbres; pues esta será aceptada una vez que haya servido de forma necesaria. Es un personaje aliado de Paul, le sigue y le ayuda durante todo el proceso en el cual intentan hacer que los habitantes del pueblo y los profesionales del mismo, asimilen la posibilidad de que el misterio tiene una procedencia abstracta. Pero la mala recepción de la gente a un ideal que corrompe lo que se tenía entendido como real, es mal recibida y se hace notar.  
    Ratoff, el ayudante y cómplice del doctor, es un hombre de apariencia hostil, que responde con la fuerza bruta más que con la razón, es impulsivo, exaltado e irreflexivo. Se da a entender que no tiene ningún respeto hacia la humanidad o los derechos valóricos, pues, se interpreta que él fue quién golpeó a una mujer loca dándole la muerte; además se ve explícitamente, cuando intenta matar a Paul por encargo del doctor, quién lo maneja y lo utiliza para hacer el esfuerzo corporal que sus pensamientos atañen. Se observa que es ignorante a la verdad y que su miedo se disimula en su arrebatado y nervioso actuar.
    El pueblo, ya ha quedado clarificado si se extrae, de cada uno de los personajes, la inferencia más apropiada que le describa. El odio a los forasteros a quienes toquen la delicada fibra del terrorífico misterio que domina la ciudad, es suficiente para actuar con antorchas y con el instinto animal básico. Un ideal procedente de otro sitio, en una cuestión tan susceptible, puede ser sumamente perjudicial y sólo puede atraer más problemas, es mejor dejar las cosas como están o encontrar una solución parche que pueda tranquilizar las pasiones y bajar los decibeles al pánico. La mejor forma, para el pueblo, es confiar en las autoridades, dejarles los asuntos que requieran más trabajo físico o mental, además de no inmiscuirse en asuntos de fuerza mayor y cuidarse lo más posible, es mejor cruzar la cuadra para no esperar la muerte al final de la esquina y hacer que nada ha ocurrido.
   Como conclusión a este ensayo, se desea dar una reflexión sobre un importante personaje que al parecer puede quedar siempre atrás, no obstante y no del todo satisfecho con esta situación, se desea exponer un análisis sobre Megara. Un espíritu que vaga por el plano físico sin rumbo alguno, en donde pareciese que la percepción del tiempo es totalmente difusa, pero acometiéndonos a las leyes que controlan la dimensión física, entonces el tiempo y los siglos han transcurrido de la forma que todos conocemos, lenta y con el rígido “tic-tac”. Ha sigo larga y tediosa la subsistencia de Megara, sin tener mucho que hacer, es preferible divertirse o comprometerse en situaciones de un mundo que no le corresponde, de un mundo compuesto por seres encarnados en vehículos físicos, de espíritus encadenados a vehículos materiales que sólo cumplen dicha función bajo el mandato del creador. No debe ser fácil la "vida" de Megara, pareciese que los símbolos de la femineidad presentes en el film, le dotan de todas las características emocionales que pueden llegar a tener una mujer. La muerte es su precedente y es lo único que atrae para sí. En fin, pareciese que “The Gorgon” se presta para muchas interpretaciones y es más trágica de lo que parece, ya que nos revela conceptos en situaciones extremas y llevados más allá de los límites ordinarios. 




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