(Extracto)
¿QUÉ ES EL CRISTO?
Les he enseñado siempre que el Cristo es nuestra
Verdad. La Verdad de cada uno y que es perfecto y Todopoderoso. Es lo más noble
de cada uno. Vamos a desmenuzarlo para comprenderlo mejor. Ya ustedes saben que
todo tiene vida. Aquello que tiene vida oye, siente y responde. Algo muerto o
dormido, ni oye, ni siente, ni responde. ¿Correcto? Recuerden eso. Vida es la
capacidad de oír, sentir y responder, contestar o reaccionar.
Vamos a dibujar varios planos. Pondremos aquí: 1º
VIDA. Toda cosa viviente o que se ha despertado a la vida, ante todo tiene
vida.
Ahora viene: ¿Qué clase de vida? ¿Elemental?, o
¿terrena? ¿Si es elemental, será del aire, del agua o del fuego? ¿Si es terrena
será mineral, vegetal, animal o humana?. Una vez que se haya definido esto, viene la
individualidad. Todo es uno e indiviso, pero cada cosa muestra una faceta o
unos talentos especiales, virtudes o atributos que no son comunes a todos. En
los humanos, por ejemplo, ¿Qué aspecto presenta? ¿Tiene la piel negra, blanca?
¿Los ojos azules, negros? ¿Qué peculiaridad manifiesta? Y si hay tan infinita
variedad de clases, aspectos, virtudes, peculiaridades, talentos, tipos, razas,
reinos, etc., ¿por qué se dice que todo es uno, un mismo ser?
Primeramente sabemos que todo, absolutamente todo sale
de una misma fuente. Eso que llamamos Dios. Por consiguiente, todo es, no
solamente UN hijo de Dios, sino El hijo de Dios, porque no hay repetición
exacta. Cada cosa es individual. Eso mismo, una sola cosa, un solo ejemplar. Bueno,
pero en esa variedad infinita, hay algo que delate la filiación, la hermandad,
la igualdad. Tiene que hacer algo que sea exacto en todos. Una especie de marca
de fábrica, porque precisamente sale de Dios. Así como en una familia en que
todos los miembros sean de diferentes tipos, que ninguno se parece a otro, pero
algo hay en todos que señale el parentesco o la filiación. Algo en la forma de
la nariz, o en las orejas, o en el hablar. Algo que lo clava a uno con el apellido. ¿Qué
nos une a nosotros todos como familiares de Dios? ¿Qué nos identifica? Tres
cosas: Conciencia, Inteligencia y Amor. Todo ser viviente tiene conciencia,
inteligencia y amor. Nadie es tan malo que no ame aunque sea a su madre o a su
perro. Nadie que esté vivo deja de manifestarlo en alguna forma. O bien le late
el corazón, o está respirando. Algo está consciente en él. Algo responde, algo
siente, algo oye. Está vivo, tiene ya conciencia. Y esto está simbolizado por
tres colores primarios: Azul, Amarillo y Rojo. Todo, absolutamente
todo tiene esos tres colores. Todo tiene conciencia, o vida, o lo que es lo
mismo: voluntad, eso es azul. Todo tiene inteligencia, amarillo; todo tiene
atracción, repulsión, adhesión y cohesión, o sea amor, rojo. Todo, en todos los
reinos de la Creación.
Los oídos humanos son torpes. El ser más fino de oído
no oye responder a las matas, ni a las células de su cuerpo, por ejemplo. Nadie
se da cuenta, por consiguiente, de que los planos invisibles, astrales,
etéricos, son una baraunda de sonidos, de voces, una gritería de todo lo que
contiene vida. Hemos dicho que todo lo que tiene vida oye, siente y responde.
El cuerpo humano, siendo macizo, sólido, no soporta ese vocerío. Yo pido para
ustedes que cuando se les despierten esos sentidos espirituales no se
encuentren solos. Que estén
acompañados, y la mejor compañía es la del Cristo, o
sea el Yo Superior que todo lo puede, todo lo sabe, todo lo domina; que es
infinito consuelo, infinito amor y ternura.
Ahora ¿qué es pues el Cristo? Es la expresión de esas
tres condiciones, Conciencia, Inteligencia y Amor en sus más altos grados. Amor
en su grado más puro. Es Voluntad Azul purísima, la de Dios mismo. Es Inteligencia
Oro purísima, altisima, como Dios mismo. Es la Esencia de la Divinidad. Es todo
lo que somos pero en la escala más alta, más pura, noble, buena y perfecta. Es
la esencia de la Verdad. Es el patrón y diseño de la Voluntad de Dios para
nosotros, cada uno. Debemos meditar sobre esto todos los días. Al pensar
en Él nos enchufamos, como quien dice, en el plano Crístico. Seguimos pensando
en Él y a los veinte segundos experimentamos un paso como un escalón, nos sentimos
más cerca. A los próximos veinte segundos lo sentimos, o lo comenzamos a sentir
como una dulzura y como que algo nos eleva. A los terceros veinte segundos nos
sentimos felices, que lo amamos y que Él nos ama. Si hacemos esto cada día nos pareceremos má a El
diseño divino cada día. Nos hacemos más buenos, más puros, bellos,
inteligentes, vivos y alertas. Pero recuerden también que Él tiene voz y oído.
Que no es el mismo oído y la misma voz de nuestro cuerpo. Es un Ser unido y
aparte al mismo tiempo. Unido a nosotros y aparte de nosotros. Por eso le
podemos hablar y saber qué nos contesta.
Espero que habrán adelantado un poco en la comprensión
del Cristo Interior, porque quiero que todos quemen el Karma antiquísimo que
está cristalizado, y éste lo quema El Cristo, a quien Emmet Fox llamó ― “El Señor
del Karma”.
Hay el Cristo cósmico, y hay el Cristo individual, o
sea el Ser Divino, Glorioso dentro de nuestros corazones, hecho de luz
universal y creado por Dios-Padre y Madre. Este se desarrolla tal como semilla
a través de 14.000 años de evolución. (En nuestra conciencia). Este Ser Crístico es un Ser inteligente, viviente en
cada uno de nosostros, y que está interesado en ti de lo que estás tu mismo.
Durante millones de años te ha estado dando hasta el aliento, y te ha sostenido
con la esperanza de lograr una oportunidad de experiorizar el proyecto divino
que tienes tú en el plano de la Creación. Acepta esto ahora y deja que este
Dios, a través de ti, cumpla Su propio patrón de perfección, Su maestría y
dignidad, Su equilibrio y belleza, Su Armonía y libertad. Hagamos juntos la
siguiente afirmación:
“YO ACEPTO AHORA LA VERDAD DE QUE POSEO UN SER DIVINO,
GLORIOSO, QUE EN ESTE MOMENTO
ESTÁ DESARROLLANDO Y TRAYENDO A MI VIDA Y A MIS SENTIDOS LA REALIZACIÓN DE MI
PROPIA DIVINIDAD. AFIRMO QUE POSEO EN EL CENTRO DE MI CABEZA UN GANGLIO
(CHAKRA) LLAMADO “FE”, QUE
GENERA Y PRODUCE TODA LA FE QUE ME ES NECESARIA, DE MANERA QUE NO PUEDO JAMÁS VOLVER A DECIR QUE MI FE ES
INSUFICIENTE. SI TENGO A DIOS EN MÍ, SI TODO MI SER ES HECHO DE ESENCIA DE DIOS
MISMO, DEL CUERPO DE DIOS MISMO, MI PADRE-MADRE, TENGO EN MI SER TODAS LAS
CUALIDADES Y TODOS LOS ATRIBUTOS DE DIOS MISMO. GRACIAS PADRE QUE ESTO ES LA VERDAD”.
No hay sino un solo poder en el universo. Acepta ahora
que la Presencia de Dios en tu corazón, que está más cerca que tus pies y tus
manos, más cerca que el aliento que entra por tu nariz, porque es tu propia
vida que te hace latir el corazón, esa Presencia de Dios que se llama "Yo Soy" es una e indivisible con el latido de tu corazón. Ponte la mano sobre el corazón, cuando
medites, e invoca tu exquisita Prsencia para que guíe tu meditación.
Cada dos mil años el Maestro del Mundo manda a la
Tierra un "Cristo", o sea un ser
perfeccionado que desea encarnar y traer a la masa de humanos de esa era, la
religión que conviene a ese aspecto de la evolución. Esa religión, en el curso
de dos mil años se convierte en el estímulo espiritual de las masas encarnadas
en ese momento. A medida que se iban sucediendo las eras de evolución, el
Maestro del Mundo ha mandado nuevos Cristos, uno tras otro. Es lamentable que
el Mismo Cristo no pudiera continuar a través de todos los cambios, ya que
todas las religiones se han visto afectadas por resistencias, antagonismos y rebeliones
que se han visto afectadas por resistencias, antagonismos y rebeliones que han
sido provocadas siempre por la ola religiosa precedente, cuando sería
maravilloso que ola tras ola añadiera su ímpetu, su fuerza a la próxima,
haciéndose un gran crescendo en que toda la humanidad se pudiera encontrar cara
a cara con su propia divinidad.
¡Hoy estamos al cierre de los ciclos de tiempo! Frente
a la abertura de otro ciclo de dos mil años cuando la entrada del Rayo
Ceremonial que así se le llama al séptimo rayo, comienza a hacerse sentir por
las vidas. Este rayo será la religión de las masas.
El Cristo no es un cuerpo, es una conciencia. Ya saben
lo que les enseñé, que las conciencias tienen vida e inteligencia. La
conciencia crística o el Cristo nuestro existe porque en el comienzo de nuestra
creación por el Creador, lo que funcionaba en nosotros era esa conciencia pura
y bella. Ella ha quedado en las altas esferas, esperando que nosotros lleguemos
a reunirnos con ella. Se llama el Cristo; y todos estos Cristos se dirigieron al Tribunal Kármico, que está compuesto por siete
entidades de sabiduría; y le pidieron permiso para hacer presión en cada uno de
nosotros; limpiándonos de todas las cristalizaciones para poder evolucionar rápidamente,
quitando y barriendo del mundo todo lo negativo y estableciendo el reino de los
cielos en la tierra lo más pronto posible, pues la tierra está en un peligro
grande de destruirse por falta de luz como ustedes ya saben. La tierra está, en
lo que llaman los maestros, un estado recalcitrante y es que los humanos no
hacen caso, no quieren cambiar por más que hacen nuestros guías y seres de luz
y los ángeles y nuestros Cristos están sufriendo, cosa insólita, como ustedes
comprenderán. Ese es un estado de caos universal que amenaza.
El tribunal Kármico primero dio permiso para que 2.000
Cristos hicieran la prueba. Somos diez billones de seres humanos entre los
encarnados y los no encarnados que pertenecemos a la evolución humana y no más de
tres billones están encarnados a la vez en la tierra. La prueba dio resultado y
el permiso fue aumentado a 200.000, luego a un millón y luego a diez millones.
Conny Mendez.-
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